Imagina, como Kafka se imaginó también un buen día, que mañana despiertas, y eres una mosca. Tienes alrededor de 15 días para vivir. 15 míseros días, comparados con los 365 de un solo año nuestro.
Y para colmo, su vida no es nada fácil, no. Rodeada de seres que son enormes, millones de veces mayores que tú, con un tamaño diminuto, con una visión monocromática del mundo, la mosca trata de sobrevivir entre manos que intentan aplastarla, ¿para qué? Para comer y reproducirse. Nada más. Al menos sólo tienen 15 días para una vida tan triste y monótona como la suya.
Afortunadamente, tú no eres una mosca. Así que aprovéchalo. Aprovecha la vida. Tienes el mejor tipo de vida del planeta, pudiendo hacer lo que sea que te propongas, disfrutar haciendo lo que quieras entre millones de posibilidades, en muchos años, si tienes una suerte normal. Porque sí, es cierto, puedes ver cómo vuelan las moscas y envidiarlo.
Pero piensa que en cuestión de horas, no volverán a volar jamás. Y tú puedes volar de muchas formas diferentes sólo con imaginarlo.
Aprovecha la vida. Porque puedes. Es lo más valioso que tenemos sin duda, por el mero hecho de que absolutamente todo lo demás depende de ella, así que ámala.
Disfruta de este día como si fuera tu último día. Ya sabes, sólo por si acaso.
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