Sólo tenemos una vida, un solo camino
posible. Todos los caminos posibles de una vida en realidad van en una misma
dirección determinada por las decisiones, que rara vez son diametralmente
opuestas. Esto nos lleva a pensar que, tristemente, por muchas cosas distintas que
queramos hacer en la vida, siempre van a estar condicionadas por un único
discurso vital propio de cada persona.
Porque lo más "normal" es tener una
sola personalidad y se acabó. Con ella construimos unos sueños y unas metas.
Pero, ¿qué ocurre cuando una persona quiere vivir más personalidades? Más
metas, más de un destino, simples finales alternativos. ¿Qué pasa entonces?
Ahí es donde entra en juego el arte. El arte
cuenta historias. Es su principal objetivo y razón de ser. Historias
radicalmente opuestas, para todos los temas, gustos, colores y ambiciones. Una
infinidad de destinos. Por eso el arte es imprescindible y sumamente
trascendental en nuestro mundo, y por ello es por lo que el arte supera las barreras del tiempo a lo largo de la historia. Porque la vida nos sabe a poco con un único
destino, un único final. Necesitamos más. Eso es lo bonito del arte, que amplía
horizontes, más allá de nuestro ínfimo campo de visión. Sustituyendo al coraje,
el arte nos expulsa de nuestra zona de confort con una ilusión.
Es por ello por lo que no hay verdaderamente
a día de hoy un concepto universal de lo que es arte, un concepto que guste a
todos, o al menos un consenso de lo que es arte. Porque no a todos nos parecen
bien ciertos destinos, ciertas historias, ciertas reflexiones e ideas. Cada
persona no es un mundo, es una galaxia, y el arte para mí es una especie de
telescopio donde observar toda galaxia, tanto las que conocemos como aquellas
que apenas somos capaces de imaginar hoy por hoy. Por naturaleza, somos
inconformistas, deseosos de más. El arte, en mi opinión, nace de querer otra
oportunidad en la vida tan sólo por un preciso instante, sin creer en ninguna
reencarnación. Una puerta de salida en nuestra zona de confort que se desvanece
cuando nosotros lo queramos, y que aparece sólo dejándose llevar por la
abstracción, la imaginación y la inspiración. El arte no es más que una osadía
imaginada.